¿Por Qué Saber Mucho NO Siempre es Mejor?
Lo que aprendí después de una sobredosis de información
Tiempo de Lectura: 12 Minutos
Durante los últimos años estuve obsesionado.
Internet me abrió un mundo de posibilidades, y de repente descubrí un montón de autores, libros y creadores con contenido de altísimo valor.
Podría incluso decir que internet me enseñó más en los últimos 5 años de lo que la universidad, la escuela y el jardín de infantes juntos. Sin embargo, mi apetito por el saber se volvió voraz, insaciable, al punto que el año pasado llegué a experimentar una verdadera indigestión mental.
Que alguien me ate las manos, no puedo dejar de aprender…
Este año estoy cambiando mi enfoque.
He decidido dejar de leer tantos libros nuevos, y en cambio releer aquellos que realmente transformaron mi perspectiva. Pero no solo quiero revisitar ese conocimiento, sino también llevarlo a la práctica.
Entendí que el verdadero poder del conocimiento está en su aplicación.
Por eso hoy quiero compartirte una idea clave que me ayudó a ser más consciente de mi consumo, y estoy seguro de que también vos podrás beneficiarte de ella.
De la información al entendimiento
Vivimos en la era de la atención.
Constantemente estamos siendo bombardeados con datos, imágenes, noticias, mensajes, memes y cuánta cosa más. Y el colmo es que todo nos parece importante mientras lo consumimos —pero lo cierto es que en el fondo, casi nada lo es.
Estamos regalando nuestra atención: el recurso más importante que tenemos.
❝
“Nada en la vida es tan importante como crees que es —mientras piensas en ello”.
Daniel Kahneman
Nuestra atención involucra mucho de nosotros mismos:
- Nuestro tiempo (ese no vuelve).
- Nuestra energía psíquica.
- Nuestra energía física.
- Nuestro dinero.
Incluso, desde un punto de vista espiritual, nuestra atención es la manifestación del poder creador infinito que cada uno tiene.
Y nosotros la estamos desperdiciando en meras distracciones.
Por eso, si queremos vivir una vida más alineada a nuestra esencia, hoy más que nunca necesitamos aprender a separar la señal del ruido —volver a ser dueños de nuestra atención. Y para eso es clave, primero, poder diferenciar entre información, conocimiento y entendimiento.
Te juro que no es un juego de matices.
Son estados muy distintos que definen nuestra forma de relacionarnos con el mundo. Entender sus diferencias puede ser la clave para vivir una vida auténtica, donde nuestros pensamientos y sentimientos estén en armonía con nuestras palabras y acciones.
Así que aquí vamos con las -no tan sutiles- diferencias:
La Información —lo que está en formación.

Todo es información.
Es ese flujo constante que nos rodea y nos atraviesa en todas direcciones, todo el tiempo. Por donde mires, hay información: noticias, películas, conversaciones, carteles, música, contenido —todo lo que consumimos y percibimos es información en su estado más puro.
La información no es algo fijo ni estático, sino algo que está en-formación.
Es como una nube: cuando la mirás en el cielo tiene una forma definida, pero si bajás la vista y volvés a mirarla minutos después, ya cambió por completo. Es un flujo constante que nunca para.
Pero la información sin contexto no es más que ruido. 🌫️
Necesita de un marco mental que la interprete y le dé significado. Es como una semilla que, sin tierra fértil, no puede convertirse en árbol. Y el problema es que vamos recolectando semillas (encima de dudosa calidad) y ni siquiera nos tomamos el tiempo de regarlas. 🚿
Esto se conoce como sobrecarga informativa.
Mi sobrecarga informativa
Quizás te pasó haciendo scroll en redes. 🤳
Todo te parecía interesante mientras lo consumías, pero después de un rato te sentiste agotada. Luego querías recordar alguna de todas las ideas que consumiste, y no pudiste acordarte de ninguna. En otras palabras, consumiste tanta información, que no pudiste hacer otra cosa al respecto.
Pero hay una manera de transformar esa información en algo mucho más valioso:
el conocimiento.
El Conocimiento —cuando la información encuentra orden

Si la información es caos, el conocimiento es orden.
Cuando esa marea infinita de data que nos rodea, se organiza y se estructura, ésta se transforma en conocimiento. Es el proceso de unir puntos en tu mente. Podés categorizarla, recordarla e incluso memorizarla.
Hoy en día, adquirir conocimiento de valor es más fácil que nunca.
A través de libros, cursos y charlas de expertos, internet nos ha dado acceso a un universo de aprendizaje sin precedentes. Para que te des una idea: podemos acceder a más conocimiento en un día, de lo que una persona del siglo XIX podría haber accedido en toda su vida (!).
Pero el conocimiento sigue perteneciendo al reino de lo mental.
Por más valioso que sea ese conocimiento adquirido, sigue siendo teoría. Esto significa que tu cuerpo todavía no la ha experimentado. Y como dice ese proverbio chino, “No puedes aprender a nadar leyendo sobre el agua”. 🏊️
Me acuerdo que durante el 2020 compré mi primer curso online.
Se trataba de una formación para músicos que querían aprender a usar el programa Ableton Live. Me vi fascinado por las clases, consumiéndolas e incluso tomando notas. Pero me generaba muchísima resistencia abrir el programa y ponerme a practicar las lecciones que iba aprendiendo.
Te imaginarás que mucha música no hice.
Acumular conocimiento sin aplicarlo es como tener una caja de herramientas que nunca usás 🧰 — Para que el saber cobre vida, necesita transformarse en acción.
Necesita convertirse en entendimiento.
El Entendimiento —cuando el conocimiento pasa por el cuerpo.

El entendimiento es algo que ya forma parte de vos.
Si el conocimiento es un acto de la mente, el entendimiento es un acto del ser. Sucede cuando salimos de ese conocimiento teórico —y lo llevamos a la práctica. Cuando lo vivimos realmente, cuando lo experimentamos por completo.
O, en palabras de Séneca, cuando convertimos las palabras en acciones.
Y para que esta transformación suceda, necesitamos del sentimiento.
Digamos que nadie entiende que el fuego quema hasta que lo experimenta. Por eso, el conocimiento solo puede transformarse en entendimiento por medio de la experiencia. Y, repito, toda experiencia involucra sentimiento.
Auch
La experiencia — el puente directo.
Bueno, quizás no tan puente.
La experiencia es la reina del entendimiento.
No podemos experimentar algo en el pasado, mucho menos en el futuro. Como diría Alexander Lowen en su libro La Bioenergética, la experiencia es un fenómeno netamente corporal: el cuerpo solo existe en el presente.
La experiencia conecta cuerpo y mente en el único lugar posible: este momento.
En otras palabras, la experiencia une la teoría con la práctica.
❝
“Lo que oigo, lo olvido. Lo que veo, lo recuerdo. Lo que hago, lo entiendo.”
Proverbio Chino
Leer sobre algo que te inspira no es suficiente.
Tampoco lo es tomar 100 horas de un curso sobre algo que te interesa, o escuchar un experto hablar sin parar sobre algo que te fascina. Sí, son grandes formas de usar la información y el conocimiento a tu favor. Pero si realmente querés internalizar el saber, tenés que pasarlo por el hacer.
Tenés que tender el puente de tu mente a tu cuerpo. 🌉
Conclusión

La importancia de poder distinguir la señal del ruido.
Este será el verdadero desafío de nuestra época.
Quienes logren hacer esta distinción, podrán vivir una vida más auténtica y consciente, más alineadas con sus valores y propósito. De lo contrario, seguiremos atrapados en la marea de información inútil, o como prefiero llamarlo, encantados por el Hechizo del Ruido 😶🌫️
Pero eso será tema para siguientes newsletters.
Por ahora basta con tener presente la diferencia de esta tripartita:
- Información: todo lo que nos rodea. Un flujo constante de datos crudos que todavía no tienen significado para tu mente. Potencial en bruto que se encuentra entre la marea de ruido incesante. 🗯️
- Conocimiento: Información organizada, estructurada y comprendida a nivel mental. Teoría y preparación. 💬
- Entendimiento: Conocimiento ya vivido, sentido y encarnado por el cuerpo. Sabiduría aplicada, transformada por la experiencia. 👁️🗨️
En lo personal, el camino de transformar el conocimiento en entendimiento ha sido (y sigue siendo) un desafío. Pero también una revelación. No se trata de seguir consumiendo nueva información, sino de aplicar lo uno ya sabe.
Es un paso chiquito, pero esencial, para convertirnos en creadores.
Dejar de consumir porque sí, y comenzar a experimentar lo que hemos aprendido. Porque es en el crear donde podemos descubrir realmente quiénes somos. Esta será la clave para vivir una vida genuina en los tiempos que se vienen.

Por eso, si querés pasar de la información al conocimiento, recordá:
👉️ Seleccionar a consciencia la información que consumís. Solo dale lugar a aquello que realmente resuene con tus intereses genuinos o tus objetivos actuales.
👉️ Convertir esa información en conocimiento a través de toma de notas y una práctica de consumo activo (más adelante veremos algunas técnicas para hacer esto).
👉️ Finalmente, llevar todo eso que aprendiste a la experiencia directa.
Y ahora unas preguntas para vos:
¿Cómo creés que se sentiría vivir una vida donde creás más de lo que consumís?
—
¿Cómo podrías aplicar algo de lo que hoy leíste?
(me encantaría leer tu respuesta)
Y eso es todo.
Espero que te haya gustado el tema de hoy, porque seguiremos profundizando en newsletters futuros. De momento, te deseo una gran semana.
Abrazo grande
Nacho
PD: Descubrí este temón de 1969 gracias a este peliculón del 2024.
Todo made in Argentina. 🫶
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