La Razón por la que NO Terminás lo que Empezás
(o lo que un CABALLO ROSA me enseñó de la Resistencia)
Tiempo de lectura: 17 minutos
¿Alguna vez comenzaste algo con mucho entusiasmo, solo para ver que ese entusiasmo se desvanecía, hasta el punto de no poder terminar lo que empezaste?
A mi me pasó. Y más de una vez.
De hecho, hay un proyecto que comencé hace más de 10 años y que recién estoy terminando esta semana.
Podrás imaginarte que ahora estoy muy contento y emocionado (y lo estoy!)
Pero mi sentir no siempre fue así.
Más bien fue una montaña rusa de emociones 🎢
Por suerte, esa montaña rusa terminó, pero en el proceso aprendí varias lecciones que hoy quiero compartirte. Creo que serán de especial utilidad para aquellos que sienten que no pueden concretar los objetivos que se proponen.
Hoy te cuento la historia de un proyecto que me llevó una década completar y cómo la Resistencia casi me derrota en el camino.
Una Historia de Resistencia
Hace 11 años, comenzamos una cadena de mails junto a mi amigo Diego.
En ese momento yo vivía en Buenos Aires, y él en Mendoza.
La idea era simple: escribir un guión para un cortometraje a través de un intercambio de correos electrónicos 🏓
La primera frase de ese intercambio de mails fue:
“Un caballo cambia repentinamente su color.”
Y aunque en la universidad me enseñaron que la primera idea nunca es la mejor, en este caso parecía serlo (o bueno, quizás no la mejor, pero tal como suele suceder con la primera foto o el primer panqueque, había cierta magia y frescura en ella).
Así que sí, elegimos esa primer idea; y terminamos creando un boceto de guión, al que creativamente titulamos:
“La historia de un caballo que cambia repentinamente su color.”
Ese boceto fue presentado (muy caraduramente) a un concurso de guiones, y para nuestra sorpresa, salió entre los ganadores 🎉
En ese momento no lo sabía, pero así comenzaba una odisea que me acompañaría por más de una década.
Escribir es re-escribir (y re-escribir otra vez)
Yo no-escribiendo.
Después de ganar el concurso, mi amigo se fue de viaje, dejándome solo en el barco de este proyecto 🚢
Como guionista y director, pasé los siguientes meses escribiendo y re-escribiendo, ajustando la historia y recibiendo las devoluciones y opiniones de colegas con mayor experiencia que la mía.
Finalmente, terminé un guión del cual me sentía orgulloso y listo para filmar.
Se suman talentos al proyecto
Imagen ilustrativa, no del verdadero equipo.
Una vez listo el guión, reuní un grupo de talentosas personas, con las que comenzamos la pre-producción; la que más tarde devendría en la filmación (también conocida como rodaje).
Así se terminó armando un equipo de 15 personas, listas para llevar a cabo aquella idea que habíamos tenido en ese primer mail junto a mi amigo (que de viaje seguía).
Planeamos y ejecutamos 🤝
Movimos cielo y tierra 🏔️
Y por supuesto: pedimos favores (muchos favores) 🙏
Esta foto es una farsa, ya que se trata del rodaje de un cortometraje anterior al que hablo en este articulo; pero bueno, no encontré ninguna foto de backstage! así que va esta.
Tras tres intensos días de rodaje, finalizamos la experiencia con un banquete de empanadas al horno de barro (cortesía de Doña Norma, esposa de uno de los actores).
Fue una hermosa experiencia, con alta carga de aprendizaje.
Pero si hablamos de aprendizaje, nada me enseñaría una lección tan grande como todo el proceso que vendría después.
La Dilación de Procesos
Un cortometraje requiere de una larga serie de procesos concatenados.
Aquí la lista -muy- simplificada:
- Escritura de guión 📝
- Pre-Producción y Rodaje 🎬
- Revelado del material 🎞️
- Edición y Montaje 🖥️
- Corrección de Color 🎨
- Efectos Especiales 💥
- Mezcla de Sonido 🎛️
- Placas y Créditos 🪧
- Exportación Final 📼
- Proyección 🍿
Luego del Rodaje (paso 2), todavía quedaban muchos pasos a completar.
Y aquí es donde comenzó a verse algo que se transformaría en un patrón a lo largo del desarrollo del proyecto: comenzó a estancarse en cada proceso que tocaba.
Revelar el material llevó varios meses, editarlo tomó casi un año, y así con cada proceso subsiguiente. Todo tomaba mucho más tiempo del esperado, y las pausas entre proceso y proceso se hacían cada vez más largas.
Además de esto, mis allegados preguntaban:
“¿Y Nacho? ¿para cuándo el corto?” o “¿Nacho, qué pasó con el corto?” o “¿Y el corto?”
Me sentía como la pareja a la que constantemente le preguntan “¿Y? ¿para cuándo los confites?”
Mi respuesta.
Así, poco a poco, el vocablo “el corto” comenzó a generar sensaciones muy extrañas en mi, cada vez con más fuerza y poder.
¿En qué me metí? – comencé a preguntarme.
La Resistencia hace su aparición
¡Hola Resistencia!
Cada proceso que emprendía, suscitaba una contra-fuerza muy potente, que terminaba por impedir la acción inmediata, lo que llevaba a la dilación total.
Años después, y gracias a los libros del buen Steven Pressfield, comprendí que esta contra-fuerza es compartida por todo el mundo, y de hecho tiene nombre y apellido:
Se llama La Resistencia.
La Resistencia es la Reina de la Inacción.
Es una fuerza poderosa y universal a la que todos nos enfrentamos en algún momento.
Es la responsable de postergaciones y dilaciones, de descansos alargados, de pausas permanentes, y de una larga lista de proyectos inacabados.
Es un enemigo interno que habita adentro de nosotros (y que NO somos nosotros), cuyo único objetivo es interponerse en nuestro camino hacia el éxito y la concreción 🙅🏻
La Resistencia es un enemigo de mil caras. Por enumerar algunas de las más conocidas:
- Postergación
- Procrastinación
- Perfeccionismo
- Derrotismo
- Flojera
- Auto-duda
- Auto-sabotaje
- Frustración
- Sindrome de Impostor
- Comparación
- y un largo etcétera.
Hablemos hoy de la primera de la lista, que fue la que acompañó la realización de mi cortometraje desde que comenzó hasta que terminó.
La Postergación
La Resistencia es como un dragón 🐲
pero no cualquier dragón.
Es uno muy fuerte, astuto y está siempre listo para atacar en los momentos más (in)oportunos.
Sabe qué decir y cuándo decirlo – con tal de mantenerte alejado de la acción.
Este dragón no escupe fuego, pero sí miedo. Y ese miedo puede paralizarte.
Su único objetivo, como diría Pressfield, es intentar obstaculizarnos llegar al “oro de la sabiduría y la libertad”; en otras palabras, impedirnos concretar aquello que nos proponemos.
Y una manera de lograr eso -es a través de la Postergación.
❝
“Deja de esperar que algún día todo sea diferente.”
David Deida
“Lo dejo para más tarde” o “después lo hago” son pensamientos recurrentes para muchos de nosotros. Pero aceptar como verdad tales pensamientos, es haber caído en la trampa de la Resistencia.
Es haber comprado la falsa ilusión de que en algún momento futuro (otro momento, no es este) las cosas serán diferentes, más fáciles, con mejores condiciones, o que el momento ideal para actuar llegará.
Pero más tarde nunca es mejor, y el momento perfecto rara vez se presenta.
En mi experiencia personal, he sido presa de los astutos engaños de la Resistencia una y otra vez, engatusado por el hechizo de sus dulces palabras: “Dejalo para más tarde, Nachín…”
Pero la Resistencia no ataca solamente a la creación artística, sino que está presente en todas las áreas de nuestras vidas.
Para demostrar este punto, dejaré una lista de situaciones donde la Resistencia puede hacer su aparición. Incluyo las cosas que dirá para ganar, como así también los posibles antídotos para vencerla (ergo, matar al dragón).
Situación #1
Suena la alarma despertador, es muy temprano, hace frío 🛌
Voz de la Resistencia: “Uy… y si nos quedamos 5 minutos más…?”
Resultado: Dormiste 1 hora más de lo previsto, tu mañana colapsa.
Antídoto: Salir de la cama al instante, de un salto, mientras la Resistencia se queja a gritos.
Situación #2
Cruzaste varias miradas con alguien en un evento X y te gustaría romper el hielo e ir a conocer esa persona 😚
Voz de la Resistencia: “Ahí vamos… todavía no.. esperemos un momento más adecuado…”
Resultado: Nunca hablaron. Volvés a casa pensando en qué podría haber sido.
Antídoto: Acercarse decir “hola”, y sacarse la duda (no hace falta que diga, respetuosamente!)
Situación #3
Es hora de ir a entrenar 🏋️
Voz de la Resistencia: “Ufff.. hoy no tengo ganas… mejor mañana”
Resultado: Te salteaste un entrenamiento, luego otro, luego otro. A fin de mes dejas el GYM porque sentís que estás pagando en vano y entrenar no es lo tuyo.
Antídoto: Ponerse la ropa de entrenamiento, y salir de tu casa, mientras la voz de la Resistencia se sigue quejando.
Situación #4
Te propusiste bajar tu consumo de dulces; y te invitan a un cumpleaños, llega el momento torta 🍰
Voz de la Resistencia: “Ufff.. bueno, ya fue… mi amiga no cumple años todos los días.”
Resultado: Te lanzaste de lleno a la mesa de dulces y en un arrebato de efecto rebote, te comiste todo. Te despertás al otro día con culpa, renunciás a tu objetivo.
Antídoto: Servirse una porción pequeña, disfrutar cada bocado. O si la mesura no es opción todavía para vos, simplemente decir “no, gracias”.
Estos cuatro ejemplos son solo algunos de los miles donde la Resistencia hace su sutil aparición, minando las intenciones y objetivos que nos proponemos.
Así de poderosa es.
Como diría Pressfield: “La Resistencia es como un vendedor; basta con que le digas hola para perder.”
Por eso cuando la Resistencia llama, ni siquiera hay que contestar el teléfono. ☎️
Hay que seguir trabajando.
Es un llamado de la Resistencia, baby 🎶
Cómo Vencer la Resistencia
Si la Resistencia es un dragón, nuestro trabajo es matar a ese dragón ⚔️
Todos los días.
Pero no con espadas, sino con acción.
Y para eso, Pressfield nos proporciona estas 5 Valiosas Herramientas:
(para seguir leyendo, suscribite gratis acá abajo👇)
Herramienta 1 | Estupidez 🤪
Steven sugiere que tenemos que ser “demasiado tontos para renunciar”.
Con esto se refiere a que la mejor manera de concretar nuestro trabajo, es mantenernos enfocados y comprometidos con el mismo, casi “estupidamente”, sin permitir que el miedo, la duda, o los inteligentes fundamentos de la Resistencia nos disuadan.
Herramienta 2 | Terquedad 🫏
Digamos que la Terquedad es la prima buena onda de la Perseverancia.
El problema con la Perseverancia es que es una palabra muy grande, y para muchos difícil de alcanzar. En cierta forma, la misma palabra ya conlleva una Resistencia intrínseca (puede pasarle a mucho con otras palabras tales como Responsabilidad, Compromiso o Constancia).
No cualquiera puede ser perseverante, pero sí cualquiera puede ser terco.
Abrazar esta cualidad nos permitirá mantenernos firmes en nuestra intención de completar nuestro trabajo u objetivo, más allá de los desafíos y dificultades que puedan (y que van a) surgir.
Herramienta 3 | Fe ciega 🙈
Necesitamos una creencia irracional en nosotros mismos si queremos eludir los encantos de la Resistencia.
Si no creemos en nuestro trabajo y en nuestra capacidad para completarlo, estamos fritos.
La Resistencia hará dulce con nuestra duda, especialmente en los momentos cuando no podamos ver el resultado final, o cuando nos enfrentamos a críticas, o cuando las cosas no marchen cómo esperábamos (algo que tarde o temprano, suele pasar en todos los proyectos).
Si podemos, en cambio, confiar ciegamente en nuestras habilidades y en nuestro objetivo, iremos como el caballo con anteojeras: sempre avanti.
Herramienta 4 | Observar el Problema 👀
“El problema no somos nosotros. El problema es el problema. Trabaja el problema”.
En lugar de tomar estos contratiempos de manera personal (justo lo que la Resistencia quiere) debemos verlos como lo que verdaderamente son: problemas que hay que resolver.
En lugar de decirte “Soy muy flojo/a, claramente el GYM no es lo mío” – detectá a la Resistencia hablando, y reformulalo a tu favor.
Tal reformulación podría ser algo como: “APA… parece que la Resistencia está hablando y quiere que piense que YO soy el problema; pero ahora que la reconozco, pierde su poder sobre mí y puedo pasar rápidamente a la acción”.
Porque recordemos, nuestra espada para cortar la cabeza del dragón es la acción.
Acá sí que no se c…
Herramienta 5 | Comenzar Antes de Estar Listo 🏎️
Una de las armas de la Resistencia es hacerte creer que aún no estás listo para actuar, o que todavía no es el momento perfecto.
Pero es clave entender que mientras antes comencemos eso que queremos hacer, mejor.
Una vez más, la acción inmediata es nuestra aliada.
- ¿Querés comenzar a escribir pero aún no comprás tu maquina de escribir?👉 Comenzá con lápiz y papel.
- ¿Querés comenzar a cantar o hacer cerámica pero todavía no encontrás profe?👉 Buscá un ejercicio en YouTube y ponelo en práctica.
- ¿Querés empezar a correr pero todavía no tenés el calzado adecuado?👉 Salí a caminar con lo que tengas.
Finalmente, la Resistencia solo está ahí como una prueba para nosotros mismos. Es lo que necesita nuestra alma para evolucionar, una y otra vez 🦅
Tenemos que verla como una formidable enemiga interno, la contrincante incluida en el juego de la vida.
Porque sin contrincante, no existiría el juego.
Así que en lugar de dejarnos vencer, entendamos que mientras más importante sea el trabajo que tengamos entre manos, más fuerte será la Resistencia, y más fuerte tendremos que luchar.
Como diría Pressfield: “Mata a ese dragón una vez, y nunca más tendrá poder sobre ti”.
Ahora que ya conocen a la Resistencia, podemos terminar la historia.
Resuscitando como el Ave Fenix
“¿Y el corto, Nacho?”
Año tras año fui alternando periodos de entusiasmo (acción) y olvido (Resistencia).
Pero ese olvido nunca fue total. Siempre supe que tenía una criatura abandonada.
Esa criatura se llamaba “El Corto”, y era momento de dejarla volar.
Así fue que hace unos meses desempolvé el proyecto, y decidí terminar los procesos que habían quedado abiertos: sonido y color.
Finalmente, después de varios mesesde trabajo puedo decirles que EL CORTO ve la luz ✨
¡Misión Cumplida!
¡¿Y ahora?!
Supongo que haremos una proyección con el equipo, luego lo haré circular por el circuito de cortometrajes. Eventualmente lo publicaré en mi cuenta de YouTube para que todos puedan verlo (les haré saber cuando eso suceda!).
El cortometraje se llama EXTRAÑA COSA COLOR ROSA.
Trata sobre un puestero que descubre que su caballo ha cambiado de color a rosa, desencadenando una serie de eventos inesperados.
Está protagonizada por el genial Germán de Silva (fan del aceite de oliva mendocino) y cuenta con la participación de actores-no-actores que sorprenden por su desenvolvimiento ante cámara (amigos y familiares).
Ya que llegaron al final de esta historia, al menos les dejo unos fotogramas:
Eso es todo respecto a esto. Pasemos a la Recomendación de la semana:
Recomendaciones
Lectura | La Guerra del Arte (2012)
No podía enviar un Newsletter sobre La Resistencia, sin recomendar este libro.
Steven Pressfield es un prolífico autor de ficción, que un día se levantó y dijo “voy a escribir un libro para escritores, y artistas en general, que batallen con la creación y su trabajo…” y así salió esta joya.
Desde ese entonces alterna sus libros de ficción con libros de ayuda para artistas.
“El Profesional sabe que si cede hoy a la Resistencia, mañana será el doble de propenso a ceder.”
Son varios los libros de Pressfield sobre el tema, aunque el único en español es el que aquí menciono. Otros digno de mención son “Do The Work!” y “Turning Pro”.
Recomendado si: te sentiste identificado en algún aspecto de todo este articulo, y querés conocer más sobre el enemigo.
Porque ya lo dijo Sun Tzu en El Arte de La Guerra (título al que el libro de Pressfield hace guiño):
Conoce a tu enemigo y conócete a ti mismo; en cien batallas, nunca saldrás derrotado.
Sun Tzu – El Arte de la Guerra
Epílogo
Bueno, así termina este envío.
Admito que estaba esperando con ansias poder escribir sobre este tema, pero no quería hacerlo hasta tener el cortometraje listo en mis manos.
Espero que lo hayan disfrutado, y que puedan quedarse con una o dos herramientas valiosas para aplicarlas en su día a día.
En lo personal, conocer la existencia de La Resistencia (y sus artilugios y las armas para derrotarla) ha marcado un antes y un después en mi vida.
¿Que ya me libré de la Resistencia para siempre?
Por supuesto que no.
Me sigue acompañando todos los días.
Desde el temprano despertar, hasta las duchas frías,
incluso al sentarme para hacer lo que más me gusta (como escribir estos correos).
Pero ya entendí que mi trabajo como artista es matar al dragón cada día,
porque como me enseñó Steven:
El único intercambio posible entre el caballero y el dragón, es el duelo.
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