El Problema de Querer Caerle Bien a Todo el Mundo

 

Durante mucho tiempo creí que caerle mal a alguien era lo peor que podía pasarme.

Desde mis compañeros de escuela hasta la maestra de artes plásticas, incluyendo kiosqueros y primos lejanos.

YO QUERIA CAERLE BIEN A TODO EL MUNDO.

Probablemente porque creía que todos los conflictos tenían que resolverse sí o sí. Pero, naturalmente, eso era imposible. Siempre había alguien con quien tenía un conflicto no resuelto, y alguien a quien yo le caía mal sin importar cuánto me esforzara por caerle bien.

La vida misma.

El Descubrimiento de una Personalidad 4×4 🛻

 

A los 16 años, mi personalidad cambió radicalmente.

Me mudé de ciudad, cambié de escuela, de entorno y de amistades. Un refresh total.

Aproveché la oportunidad para ser más extrovertido, menos esquivo.

Así pasé de ser el tímido de una escuela, pasé a ser el rebelde de otra.

Me sentía como Lisa Simpson en vacaciones de verano.

“Ah, pues sí, como sea..”

Esta nueva versión incluía:

  • Fumar cigarrillos industriales 🚬
  • Aprender guitarra autodidacta 🎸
  • Ver cine en I-Sat hasta las 3 AM 📺️
  • Escuchar Led Zeppelin y Guns N’ Roses 🤘
  • Hacerme mi propio corte de pelo 💇🏻‍♂️
  • Usar cadenas, collares y pantalones rotos ⛓️ 👖
  • “Saltarme” clases para pasar la mañana junto al río 🐀

Indómita adolescencia.

Yo estaba feliz con mi nueva forma de ser, me sentía libre.

Pero a diferencia de mi personalidad anterior (más neutra), esta generaba mucha polaridad.

Por dar une ejemplo: era mi primer día de clases ya me había ganado tres enemigos. Primer día.

Había entendido que si quería ser “yo mismo”, tenía que aceptar que no le caería bien a todos.

 
 
Primer día de clases y ya tenía enemigos
 

Y esa fue mi forma de desenvolverme por la vida durante mis estudio, e incluso varios años después:

Siendo yo mismo y generando polaridad, pero anhelando -en secreto- una validación total  que era imposible de obtener.

🙃

No fue hasta 10 años después que tuve la siguiente experiencia transformadora:

Una noche de aventuras por Berlín, en la que aprendí algo que mutaría mi personalidad por segunda vez.

 

El día que aprendí sobre los People Pleasers

Para contar la siguiente historia, daré un rápido contexto:

Durante algunos años trabajé en el tour de un gran espectáculo.

Éramos 135 personas.

Viajamos durante largos periodos de tiempo,

anduvimos por 60 ciudades europeas.

 

Titulo de mi Puesto: Tour Manager Assistance

👉️ una forma optimista de decirle a la persona (o sea, yo) que ayudaba con la organización del grupo – realizando tareas MUY misceláneas:

  • check-out de hoteles 🏨
  • check-in de aeropuertos 🛫
  • mesas de catering 🍯
  • crear las contraseñas del wifi en los estadios y recintos 👨🏻‍💻(créanlo o no, mucha gente me recuerda por esas contraseñas)
  • compartir datos interesantes de ciudades a la que visitábamos 🎒
  • ayudar (o sea, hacer) las hojas de ruta de cada día 🗺️
  • facilitar (o sea, traficar) ibuprofenos para los artistas y bailarines 💊
Con una mano hacía check-in’s 🎫 con la otra sacaba fotos 📸
 
Las salas de embarques eran nuestras.
 

Luego del primer año de gira, me ascendieron (según mi perspectiva) a un puesto mas afín a mis habilidades:

Título de mi nuevo Puesto: ‘On The Road’ Content Creator

👉️ Una forma elegante de decirle a la persona (o sea, yo) que se la pasaba:

  • filmando todo el viaje con su cámara 🎥
  • editando videos desde su laptop (en aeropuertos, hoteles y buses) 👨🏻‍💻
  • creando contenido para que los artistas compartieran en sus redes 👩‍🎤🤳🏻

Era un buen trabajo, versátil y divertido.

No tenía oficina, así que me valía de intimidantes carteles para asegurarme un sitio.
 
Pero la realidad es que las mejores oficinas eran esos cuartos de hotel.
 

De esas 135 personas, yo tenía buena relación con 133.

Así es! el patrón de la escuela secundaria se repetía una vez más:

Esos dos o tres que me desaprobaban, ¡estaban presentes!

Los Típicos Trolls
 

Recordemos que el chip que yo tenía instalado en mi subconsciente se llamaba TCDR®️ (Todo Conflicto Debe Resolverse)

Y en mi mente, caerle mal a estas personas era todo un conflicto

(uno que debía resolverse).

Esto significa que me pasaría casi 3 meses intentando convencerlos de lo buena onda que yo era:

organizando planes, haciendo bromas en común y presentándole amistades cuando pasábamos por alguna ciudad con conocidos viviendo allí.

La respuesta de estos sujetos-trolls solía ser siempre la misma:

Aceptaban el plan con buena onda, pero luego aprovechaban cualquier oportunidad frente a otros para intentar dejarme en ridículo.

Era como una daga por la espalda 🗡️ que yo mismo buscaba!

No puedo transmitirles la frustración que esto me generaba..

tanto esfuerzo de mi parte solo para obtener un poco de bullying barato.

Claramente había algo fuera de lugar.
No encontré fotos de los 135, pero dejo esta con toda gente hermosa (nota: ninguno de ellos son los trolls)
 

Esta dinámica se interrumpió abruptamente en la mitad de la gira.

Tuvimos el glorioso impasse (también conocido como vacaciones pagas).

Eran 2 semanas para hacer lo que cada uno quisiera;

muchos volvían a sus casas para ver sus mascotas y familias;

yo me fui de viaje por ahí.

Imagínense que yo iba arriba de ese avión, del lado de la ventanilla.
 
Y ahora imagínense a mi sacando esta foto desde esa misma ventanilla.
 

Me pasé esas dos semanas viajando por distintas ciudades, quedándome en diversos airbnb’s y conociendo gente sumamente interesante.

Llegando al final de esta travesía personal, aterricé en mi último destino: Berlín (ciudad en la que retomábamos la segunda parte del tour).

Aprovechando una de mis últimas noches libres, salí a ver unos conciertos.

En el camino conocí a un grupo de personas MUY random,

que se sumaron espontáneamente a mi plan,

el cual devino en una extraña y larga gira nocturna por los sitios más recónditos de Berlín.

 

Pero lo que sí recuerdo bien fue que cada tanto, miembros de este ecléctico grupo se me acercaban y me decían:

“Hey Nacho.. eres muy buena onda bro…”

Y yo, por supuesto, como pez en el agua 🐠

Mi Yo interno cada vez que escuchaba “eres buena onda, Nacho..”
 

Finalizada la velada emprendí -como pude- regreso a mi airbnb.

Ya estaba cerca de amanecer por el barrio de Neukölln,

cuando entré a ese departamento.

Lo hice con tal sigilo,

que ni una jirafa con insomnio crónico* se podría haber despertado

*(para que esta analogía tuviera sentido, me tomé el tiempo de googlear cuál era el animal que naturalmente menos dormía: aparentemente es la jirafa – el detalle de insomnio crónico lo agregué porque siempre disfruto de una buena hiperbole 🦒)

Me dirigía hacia mi habitación como sombra de humo,

cuando de repente algo llamó poderosamente mi atención:

Un libro.

Reposaba en la estantería junto a una estatuilla de porcelana blanca, con forma de liebre con bastón y galera (dato cero relevante para esta historia)

Tomé el libro.

La tapa: terciopelo, color bordó.

Las letras: doradas, parecían brillar por cuenta propia.

El título: 40 Signs You Are A People Pleaser* (40 señales que eres un People Pleaser)

*Nota: Claramente no recuerdo bien el título, quise buscar la portada en Amazon y no la encontré.

Dejo otros libros de referencia para que puedan imaginárselo.

 
Algo así
Y algo así.
 

En fin, algo en esas palabras resonaron fuerte en mi: People Pleaser.

Encendí la linterna de mi teléfono y comencé a hojear el libro en absoluto silencio.

El prólogo me cautivó.

Me senté en el sillón, encendí el velador, y seguí con el resto del libro.

Yo leyendo en el living de un Airbnb
 

Para cuando terminé el último capitulo, ya se había hecho (muy) de día,

y los dueños de casa se despertaban para desayunar.

Me fui a dormir con la almohada en la cara (no había blackout)

pensando en lo que acababa de leer.

 

¿Qué son los People Pleasers?

Es un titulo yanki para referirse a personas que por diversos motivos,

buscan complacer a otros, aún si tienen que resignar mucho de ellos para lograr tal cometido.

Describía al detalle mi relación con esos dos sujetos 🧌🧌

Algunas de las características del People Pleaser son:

  • Dificultad para decir NO 😶
  • Miedo al rechazo o a quedar mal 🫨
  • Búsqueda de aprobación constante 🙄
  • Evasión de conflictos 😶‍🌫️
  • Dificultad para establecer límites 🫥
  • Sentimientos de culpa y ansiedad cuando no se cumple con las expectativas de los demás 🫢
  • Dificultad para recibir elogios 🫣
  • Tendencia a asumir más responsabilidades de las que pueden manejar 🫠
  • Tendencia a sacrificar los propios intereses 😵‍💫

(todos somos un poco PP. no se asusten si se sienten identificados con algunas -o todas?- esas características)

 

Volviendo a la historia:

Al otro día (o sea al mediodía) desperté y mi mente seguía maquinando.

Sin dejar de cepillarme los dientes, fui a preguntarles a los dueños de casa (ahora almorzaban) si había sido yo un buen huésped.

Me miraron con una expresión que no supe descifrar.

La dueña de casa soltó su kebap, me miró y me dijo:

“Nacho.. eres muy buena onda..”

Supuse que le decían lo mismo a todos los huéspedes 🌯

Me volví a mi cuarto.

Me senté en la cama, abrí la computadora, y me puse a revisar una por una las reseñas de mis últimos seis airbnb’s…

y adivinen qué:

TODAS compartían la misma palabra:

agradable 

(eco: agradable, agradable, agradable…)

agradable (y tan frito)
 

Comencé a preguntarme:

¿Cómo podría ser que tantas personas me consideraran “agradable”?

¿Estaba siendo realmente yo con todas estas personas?

¿O estaba actuando, acaso, como un People Pleaser?

 

Tomé el cuadernito con el que solía viajar,

y me fui a escribir reflexiones al café de enfrente,

mientras los dueños de casa preparaban la cena.

Y en lo que duró ese desayunalmuerzo,

di con los tres ideas claves que marcarían el nuevo curso de mi personalidad:

  1. Si estaba buscando la aprobación de tantas personas…probablemente era hora de revisar mis prioridades.
  2. Si estaba logrando la aprobación de tantas personas…probablemente era hora de revisar mi autenticidad.
  3. Si no podía sentirme cómodo con la idea de caerle mal a alguien..probablemente me convertiría en alguien muy manipulable(y al mismo tiempo, muy manipulador).

Tres simples conclusiones, un nuevo rumbo 🚀

A los pocos días retomamos la gira con las mismas personas, pero yo me sentía como alguien nuevo.

Ya no tenía necesidad por caerle bien a esos dos sujetos, e incluso me di cuenta que había estado invirtiendo tiempo y energía en agradarle a personas que ni siquiera me agradaban a mi.

A raíz de esa experiencia no dejé nunca de investigar sobre estos temas.

En el camino aprendí diversas herramientas para darle la vuelta a la tortilla del temor al rechazo.

Más adelante compartiré algunas de ellas 🥷🏿

Antes vale la pena primero entender:

¿Por qué nos importa tanto lo que otros piensen de nosotros?

 

Motivos por los cuales buscamos aprobación (y evitamos el rechazo)

Hay que mencionar que en el fondo, el motivo es siempre el mismo.

Pero a fines prácticos vamos a dividirlo en tres:

I. Mecanismo Adaptativo de Supervivencia

Antes que nada: la búsqueda de la aprobación (o el temor al rechazo) provienen de nuestras raíces evolutivas como animales sociales.

Situemonos en la época cuando vivíamos en sociedades tribales,

si causamos la desaprobación general podíamos ser excluidos de la tribu,

lo que seguramente significaba nuestra muerte.

El que tiraba un comentario fuera de lugar, se quedaba sin fuego.

Ya no vivimos en tribus,

ni las consecuencias del rechazo son mortales,

pero nuestro cerebro sigue cableado para percibir ese rechazo como una amenaza a la vida misma.

Y lo cierto es que no podemos pelearnos con el timming de la evolución cognitiva,

PERO sí podemos tener siempre presente

que el rechazo externo tenderá a despertar la amigdala del miedo*

en los cerebros de casi todos los humanos que conocemos.

*otro día hablaremos de la amigdala y del mecanismo adaptativo de lucha o huida, info muy interesanchi.

 

II. Condicionamientos: Educación y Buena Conducta

Por otro lado, la misma sociedad que nos cría, nos acostumbra (ejem, adoctrina) a tener que “portarnos bien”

Típica de cuando éramos niños:

  • Si nos portábamos bien, nos validaban 👍
  • Si nos portábamos mal, nos retaban 👎

Así que desde chiquitines vamos buscando esa aprobación a través de esa buena conducta.

Siguiendo y acatando las reglas impuestas,

sin cuestionar demasiado nada.

 

En el área de la educación ocurría exactamente lo mismo,

solo que en su variante académica, las buenas notas.

El mejor ejemplo es la libreta escolar:

Un pedazo de cartulina con tu nombre,

donde un humano, basado en diversos sistemas de medición,

colocaba un número del 1 al 10.

Algunos sabían cómo intervenir la libreta de forma discreta.

Pero la libreta no era para nosotros.. ¡era para nuestros padres!

Su único fin era el de mostrar el grado de aprobación que sus hijos/as alcanzaban en la escuela.

Qué lindo 😚

Esto es un software que está instaladísimo en nuestro subconsciente.

y que dirige nuestras interacciones, pensamientos y acciones, pero que puede ser desinstalado 🫰

Nota: escribir sobre “portarse bien o mal”, me recuerda este temón de Juan Wauters.

-¿Muchachxs, lo estoy haciendo bien…? – Sí, Patricio relajate..
 

Sigamos con el tercer y último gran motivo de búsqueda de aprobación:

III. Nuestro Propia Autoimagen

Todos convivimos con una auto-imagen de nosotros mismos.

Cómo nos vemos, y cómo pensamos que el resto nos ve.

En otras palabras: la persona que pensamos que somos.

 

Y para muchos esa autoimagen suele ser la de alguien “bueno”.

la de alguien noble, con buenas intenciones,

que no lastimaría ni a una mosca.

La mosca no estando muy de acuerdo con tu autoimagen.

Internamente nos vemos a nosotros mismos como el bien,

mientras que el mal es algo que solo puede habitar afuera (pero nunca adentro nuestro, no no)

El inconveniente con romantizarnos a nosotros mismos de tal manera

es que esta autoimagen necesita (mucha) evidencia para ser validada.

Y como era de esperar, esa evidencia la vamos a buscar incesantemente en el exterior, particularmente en nuestras relaciones con otros:

  • en nuestros familiares 👪
  • en nuestras parejas románticas 👩‍❤️‍👨
  • en nuestras sociedades 🤝
  • en nuestras amistades 🍻
  • en nuestros vecinos 🏡
  • e incluso en gente random! 🚶🏻‍♀️🚶🏻‍♂️

Y hasta ahí todo muy lindo…

¿Pero qué pasa cuando encontramos evidencia que contradice nuestra querida auto-imagen?

Es muy probable que trabajemos el doble, sino es el que el triple,

con tal de revertirla y acomodarla a nuestra hermosa versión.

En otras palabras: saldremos a defenderla con uñas y dientes 🪖

 

Algo similar a lo que me pasaba en la primer parte de la gira, con los sujetos de la historia anterior.

Por suerte ya comprendí que no soy ese que pensaba que era, ni que necesito evidencia para saber quién soy.

Somos seres sociales, vinimos a conectar,

pero no por eso precisamos constantemente obtener “algo” del otro.

La interacción puede ser mucho más genuina, auténtica y fluida,

si activamente nos lo proponemos.

Alguno de esos procesos los veremos en la siguiente entrega 🧩

 

Objeciones

“Un momento…”

Antes de finalizar, es posible que algunos lectores tengan objeciones del estilo:

“Pero si no nos importara lo que piensen de nosotros,

nos volveríamos seres egoístas, sin ética ni vergüenza…

Es la mirada externa la que nos permite comportarnos en sociedad…

¡no quiero convertirme en un/a monstruo insensible!”

Tiene usted un buen punto:

Lo que hace que nos comportemos “correctamente” puede ser la mirada del otro.

Sin embargo, existe algo mucho más profundo

que no depende de la mirada externa,

sino de algo completamente interno.

Estoy hablando de nuestros valores – y nuestras acciones alineadas a ellos.

En esto se basa nuestro Sistema de Guía Interno,

algo que veremos en siguientes mails.

 

Fin de la primera parte

Gracias por llegar hasta acá. Todavía queda la parte más práctica que vendrá en la segunda entrega, donde veremos:

a) Los 4 Principales Problemas de Que Te Importe Demasiado Lo Que Otros Piensen De Vos

b) Los Beneficios de Vivir una Vida más Auténtica

c) Herramientas para Practicar la Autenticidad en tu día a día.

Manténganse en sintonía 📻

nos leemos la semana que viene.

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Hasta la semana que viene!

Nacho
Versatilistas

1 comentario en “¿Por qué nos importa tanto lo que piensen de nosotros?”

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